domingo, 15 de febrero de 2009

Ven aquí, tengo memoria de tenerte así, acurrucada y tierna sobre mí, desvaneciéndote en mis brazos.
Que no ves, que si te llamo es porque te extrañé, si me desmayo cuando respondés no es nada grave y es humano.
Cae la noche y estoy solo otra vez, lanzo miradas al espejo y no me ves, escribo frases en un trozo de papel, quiero olvidarte y al contrario: tu recuerdo se hace carne en mí.
Creo que perdí mi orgullo cuando perdoné, abrí mis alas y te cobijé cuando podría haber volado.
Nunca nadie me había tratado como tú, presumo que hasta has afectado mi salud, veo que no fue suficiente perdonar. Sigues mostrándote distante, ¿qué es lo que pretendés de mí?
No cierres el telón, no cortes la función, no vas a acobardarte ahora que viene la acción...
Acércate, pierde el temor.


No hay comentarios:

Publicar un comentario